Que se visiten las vertientes de los ríos, se observe el curso de ellos y se determinen los lugares por donde puedan conducirse aguas a los terrenos que estén privados de ellas.
Que en todos los puntos en que el terreno prometa hacer prosperar una especie de planta mayor cualquiera, se emprenda una plantación reglada a costa del Estado hasta el número de un millón de árboles, prefiriendo los lugares donde haya más necesidad de ellos.
Que el director general de agricultura proponga al gobierno las ordenanzas que juzgue convenientes a la creación, prosperidad y destino de los bosques en el territorio de la República./GG
Con ese decreto, se vislumbra la necesidad del cuidado de los recursos naturales, además del buen uso de las aguas, el cuidado y mantenimiento de la flora y la fauna. Tuvo en mente la forestación de los bosques con un programa de 1000000 de árboles. En ese entonces, para la Gran Colombia.